La portentosa (porque cualquier otro nombre se le quedaría pequeño), Lorena G. Maldonado me preguntó sobre el final de Juego de Tronos y la chaladura de Daenerys Targaryen. Y obviamente defiendo la tradición del terror rojo y esas cosas que los comunistas solemos hacer, me faltó decirle que la rompedora de cadenas para mi gusto quemó muy poco.
Aquí alguna de mis intervenciones:
“Si somos feministas también tenemos que ser feministas para esto: hay mujeres malas y tenemos que asumir la condición humana. Perfecto. Pero la verdad es que hay una tendencia a enloquecer a las mujeres y creo que eso es misoginia pura. Ahí todas las heroínas trágicas. Y las románticas: Bovary, Ana Karenina… o se mataban, o mataban a sus hijos, o Karenina se tiraba debajo de un tren porque se vuelve loca por amor. Estamos cansadas de la misma historia”
“No hay que idealizar la serie ni beatificarla a ella. Para que llegue el progreso hay que hacer revoluciones, y las revoluciones traen cosas malas también. Aquí hay dragones, fuego y ejércitos. ¿Cómo iba a hacerlo? ¿Con flores?”. Cree que Daenerys puede ser feminista y tirana a la vez. “Ha matado a inocentes, y no la estoy justificando, pero, ¿cuándo no mueren inocentes? Nunca hemos vivido en una Arcadia feliz”
Y aquí el artículo: